
Aaron Rodgers cambia el verde Gang por el negro y dorado en lo que podría ser el capítulo final de una legendaria carrera en la NFL. El cuatro veces MVP firmó oficialmente un contrato de un año con los Pittsburgh Steelers, poniendo fin a meses de especulaciones y dando a la franquicia un líder veterano que busca salir de la rutina de comodines.
Rodgers, ahora de 41 años, se une a un equipo que busca una identidad de mariscal de campo tras el retiro de Ben Roethlisberger. Pittsburgh ha llegado a los playoffs en cuatro de los últimos cinco años, pero no ha avanzado más allá de la primera ronda. Rodgers podría cambiar esa narrativa si logra recuperar aunque sea un destello de su brillantez pasada.
Su etapa en 2024 con los New York Jets se vio truncada por una lesión en el tendón de Aquiles al inicio de la temporada, pero una racha al final de la temporada (18 touchdowns, 4 intercepciones, 97 de rating) le recordó a la liga que aún le queda gasolina en el tanque. Con el receptor abierto DK Metcalf y una ofensiva renovada, los Steelers apuestan fuerte por la experiencia.
Este movimiento traza paralelismos familiares con la trayectoria final de Brett Favre. Ahora, Rodgers intentará escribir su último gol en Pittsburgh. Ya sea una carrera de redención o una gira de despedida, el foco de atención de la NFL volverá a brillar sobre el número 12.
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